viernes, 13 de diciembre de 2013

Navidad sin Jesús


Ya desde mediados de noviembre los diferentes canales de televisión programan películas y series con temas supuestamente navideños, en los cuales, el común denominador es que se celebre la Navidad pero que no se mencione a Jesús.

Así es, Cristo niño es el gran ausente de la mayoría de las películas navideñas, donde Santa Clos, duendes, Mickey Mouse o hasta el Grinch parecen ser mejor tema que Dios encarnado en un niño, con todo el milagro y misterio que esto representa.

De paseo por los centros comerciales, nuevamente Jesús parece ser enviado a segundo plano, pues su presencia en unos cuantos Nacimientos no parecen competir con los cientos de santacloses, duendes, casitas nevadas, calcetines adornados y bastones de caramelo.

Te has preguntado ¿A quien le conviene que Jesús sea el gran ausente de la Navidad?

viernes, 25 de octubre de 2013

Un montón de tierra

El Gran cañón del Colorado es una de las maravillas naturales. Labrado por el rio del mismo nombre a través de millones de años, puede ser tomado como un ejemplo de perseverancia, capaz de abrirse paso a través de la más dura roca.

Un día, una persona con dinero pero carente de otras capacidades, llegó a un mirador y expreso desilusionado: ¿Esto es el gran cañón? ¿Un monton de tierra? -Y molesto le pidió a su guía que le regresara al hotel para tomar el siguiente vuelo a Las Vegas.

Nosotros, al igual que esa maravilla natural, seguramente hemos sido poco valorados por algunas personas carentes de sentido. Lo peor es que muchas veces los primeros en desvalorarnos somos nosotros mismos. Nos gusta el deporte de vernos como poca cosa.

Escuché en la conferencia de un sacerdote que si tuvieramos la plena consciencia de que Dios nos planeó a cada uno de nosotros desde el principio de los tiempos, nuestra vida sería muy diferente. Somos el resultado de una eternidad de planeación, diseñados a su vez para una eternidad.

Si alguien al verte no logra captar toda la maravilla que encierra el ser creados y adoptados por Dios, no te dejes abatir. Permanece como el Gran Cañón ante la torpe expresión del rico, es decir, sin inmutarte, pues con sus millones de años no se preocupa por ser visto como un montón de tierra. Por eso tú, con tu eternidad de planeación divina no te aflijas, si alguien no aprecia tu verdadero valor.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Valor perdido

Un buen amigo tenía por encargo de su trabajo abrir una página en internet con el nombre de una revista que se publicaba de forma impresa, pero cuando intentó comprar el dominio se encontró con que ya le pertenecía a alguien pero no lo usaba, es decir, la página como tal no estaba publicada y solamente estaba reservado el nombre.



Investigó quien era el propietario y lo contactó para hacerle una oferta de compra, misma que fue rechazada. Al año siguiente hizo el mismo intento y nuevamente fue rechazada, a pesar de existir una buena oferta y de que el dominio seguía sin ser utilizado. Por varios años se repitió la misma historia hasta que un día mi amigo, sin llamar a la persona, verificó si el dominio estaba libre, pues sabemos que se paga el uso del derecho por cierto tiempo y que debe ser renovado y para sorpresa le informaron que estaba disponible y lo compró por una cantidad muchísimo menor a la que había ofrecido en su momento.


El anterior es uno de los muchos ejemplos de nuestra vida en la cual atesoramos cosas que se acaban perdiendo, ya sea por descuido, desinterés o hasta por muerte. ¿Qué le pasó al anterior propietario? ¿Por qué dejó libre el dominio? No lo sabemos ni vale la pena averiguarlo.


Lo que si valdría la pena es reflexionar si las cosas que vamos acumulando en realidad tienen el valor que les damos y si este valor está en función de ayudarnos a ser mejores. Muchas de nuestras pertenencias nos han causado conflictos con amigos y parientes y tal vez esas mismas pertenencias acabaron en la basura. Otras las tuvimos como en gran valor y al tiempo las catalogamos como vanas y qué decir de aquellas que solamente cuando ya no las tenemos las valoramos como debe ser.

jueves, 29 de agosto de 2013

Dia del Abuelo

Me he enterado que acaban de celebrar el día del abuelo. Desconectado como soy de esas cosas he dejado pasar el día sin más, probablemente por la sencilla razón de que no los conocí. Cuando yo tuve capacidad de recordar tres de ellos ya habían muerto y con mi abuela realmente no tuve un contacto tan estrecho como el que tal vez debiera haber sido.

Pero aunque no los conocí fisicamente, por el recuerdo de mis padres, creo que debieron haber sido buenos abuelos.

La trascendencia nos lleva a dejar huella en nuestros hijos, nietos y demás descendientes. Mi padre, hombre de trabajo, me habló de su padre, hombre de trabajo. Así, cuando quiero desistir en ese campo, ante el desánimo, me aparece el recuerdo de un padre abriendo diario un consultorio a pesar de la edad y la visión de dos hijos a quienes en algún momento les podría servir la imagen de un padre que no se vence en las adversidades.

Cuando me atoro en algún problema, brinca en mi mente la capacidad creativa y resolutiva de mi madre, y adivino en ella a una abuela que le dió las bases para encontrar soluciones en donde los demás solamente verían complicaciones.

Entonces creo que si conozco a mis abuelos y de ello se deriva la tremenda responsabilidad de que mis nietos, si Dios me los concede y si me recuerdan, encuentren a un abuelo que valga la pena recordar.

miércoles, 26 de junio de 2013

Ladrón de Ilusiones

Robar está tipificado como delito, pero la modalidad de robo de ilusiones me parece que no.


¿Quién es un ladrón de ilusiones? Es aquel que se dedica a robar a los demás la idea de que las cosas pueden ser mejores.

No tiene que ser tan sofisticado ni hacer uso de la alta tecnología. Le basta como herramienta una simple frase hiriente y desgastante, tan simple como un "Nadie te quiere" o un "Cómo me estorbas".

Este ladrón no necesita ser tan discreto en el uso de las manos como un carterista porque puede golpear o tocar abierta e impudicamente a una niña o niño. Eso sí, puede tener las mismas habilidades del estafador, que siempre se acerca con un supuesto bien para después ocasionar un mal. Al ladrón le basta aprovecharse de la debilidad, soledad, falta de cariño o necesidad de pertenencia de aquel a quien quiere robar. No podrá atacar a quien esté seguro y sea maduro.
Si yo quisiera escribir un cuento con este personaje de protagonista, lo desearía hacer de tal manera que por ningún motivo el ladrón pudiera ser considerado un héroe. Trataría de dejar muy claro que esos ladrones de ilusiones pueden ser peores que los asesinos, porque quitan a diario la ilusión de vivir, una y otra vez provocando que la gente se menosprecie al sentir el bienestar como algo inalcanzable de su parte.
Los ladrones de ilusiones pisotean deseos de superación y desgastan con envidias buenos sentimientos. No ganan nada bueno haciendo que los demás se sientan menos, no se vuelven más ricos negándole a los demás la oportunidad de obtener un mejor futuro o un mejor patrimonio, pero igual siempre que pueden dañan y lastiman.
Probablemente un ladrón de ilusiones fue robado a su vez por otros, pero su actuar no le devolverá la ilusión que le fue robada. No es robando ilusiones como se recupera la ilusión.
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lunes, 27 de mayo de 2013

Razones e intereses

Con un amigo conversaba acerca del interés, debido a un comentario sobre una persona conocida catalogada como "muy interesada".

-La verdad es que todos tenemos intereses, pero hay de intereses a intereses- fue la conclusión.

Porque no es lo mismo que te acerques a una persona porque quieres aprender de ella, porque te atraen sus valores o su simpatía, a que te le acerques porque quieres sacarle dinero o porque su posición te conviene para escalar un puesto o lograr un contrato, sin importarte nada más de ella. Hay intereses que dañan y lastiman.

Los intereses, a su vez, están apoyados por razones, con las cuales se busca justificar las formas de actuar, aun en las situaciones más ridículas o absurdas, en las más crueles o insensatas.

-Yo tengo mis razones- es una frase muy socorrida para salir del paso cuando alguien nos pregunta por qué estamos haciendo algo que a todos los demás les parece injusto o errado, juicio que a nosotros nos cuesta aceptarlo.

Y si bien no es cuestión de que los demás decidan por nosotros, es un hecho que todos hemos cometido errores que un amigo o un hermano nos ha ayudado a ver, siempre y cuando la venda del "Yo tengo mis razones" lo permita.

Si hacemos un análisis histórico, todas las guerras tuvieron sus "razones", pero la misma historia ha juzgado la mayoría de ellas como absurdas, ridículas, opresivas o perversamente inmorales. Tal vez recordamos a algún conocido justificando vicios, robos, abandono de hijos, adulterios, pereza o violencia intrafamiliar; también ellos arguyen sus razones.

Así que como ejercicio, la siguiente vez que alguien me confronte y quiera responder que yo tengo mis razones, me regalaré unos minutos para reflexionar en lo siguiente:

Todos las tenemos, eso es un hecho, el punto a analizar está en sí esas razones son válidas o no.
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lunes, 6 de mayo de 2013

Testigos

¿Has pensado alguna vez en el juicio final? Yo sí. Y me imagino que como en todo juicio y a pesar de que Dios lo sabe todo y no necesita de testigos, habrá en ese juicio personas que hablaran sin palabras a favor o en contra nuestra.

Algunos de los testigos más importantes serán nuestros hijos. No lo puedo asegurar, pero tal vez Dios nos dirá: Te entregue un alma pura y limpia en ese pequeñin ¿Cómo me la devolviste?

En la forma en la que los eduquemos, cuidemos y amemos dependerá si serán testigos a favor nuestro o lo serán de la parte acusadora.
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martes, 23 de abril de 2013

Abreviaturas




Utilizadas comúnmente para ahorrar tiempo, con el uso de los teléfonos celulares y redes sociales para mandar mensajes estás prácticas de acortar palabras y frases están tomando mucha fuerza.
Pero las abreviaturas se utilizan desde hace mucho. En los libros antiguos, cuando la tipografía o la escritura a mano era lenta, acortar era muy conveniente, porque en lugar de poner "Su Excelentísima Majestad, Don Felipe II que Dios guarde" en cada hoja, simplemente se ponía "S.E.M.Dn. FelipeII qDg" y se ahorraban tinta y tiempo.

Mientras se entienda el lenguaje, las abreviaturas cumplen su función, pero cuando confunden, el ahorro de tiempo puede resultar muy perjudicial.

Una joven ama de casa le mando un mensaje a su recién esposo que estaba en el supermercado:

NO C T OLVIDE TRAER 2K DE DETERGENTE P/ROPA Q YA NO HAY = CTQM

El marido, que no recorría el supermercado desde su adolescencia y nervioso por no fallar en su nuevo papel de proveedor, revisó la enorme lista que ya llevaba surtida en el carro y se regresó por los dos kilos de detergente y también por dos kilos de queso porque interpretó que = CTQM significaba igual cantidad también de queso mozzarella.

Cariño, Te Quiero Mucho, pero ¿Qué vamos a hacer con dos kilos de queso?

Abreviar textos en lo antiguo obedecía a la carencia de recursos. Hoy obedece más a la prisa que no nos deja utilizar los 200 caractéres a los que tenemos derecho y acortamos provocando equívocos.

Pero las abreviaturas no solamente pueden confundir cuando escribimos sino también cuando vivimos.

Porque por comodidad vamos abreviando nuestro profesionalismo, nos conformamos con cumplir y con pasar a cobrar cada quincena, justificándonos en que no es necesario hacer de más si con lo que hacemos basta, pues además ya cuando entramos dimos mucho y dejamos las bases para trabajar menos.

Por comodidad, vamos abreviando las muestras de cariño. Pensamos que nuestros seres queridos siempre van a estar allí y que además de todo ellos ya saben que los queremos, reduciendo al mínimo nuestras demostraciones de afecto, con el peligro de caer en un círculo vicioso de distanciamiento.

Por comodidad, lo que debiera ser una buena oración se ve reducida a una persignada mal hecha y al aventón pues al cabo que Dios ya lo sabe todo así que para qué orarle.

Y así vamos reduciendo todo, abreviando un mensaje de entrega y de amor para dejarlo a veces en algo intrascendente.

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viernes, 5 de abril de 2013

Calcetines feos



Una vez leí que los calcetines que no te gustan son los que más te duran. A mí hace años me regalaron unos que no me agradan y efectivamente siguen en el cajón respectivo y han durado mucho por varias razones, entre ellas que no se usan y por lo tanto no se desgastan, pero como están nuevos ni modo de tirarlos, sobre todo si me los regalo alguien cercano. Y la costumbre me hace dejarlos allí y tomar otros, pero siguen ocupando espacio en el cajón.

Reviso mi cajón espiritual.

En él tambien hay pensamientos feos, que no me gustan, pero tienen muchos años y parece que duran y duran. Cuando quiero estar bien se me atraviesan y me dicen que no puedo estarlo. Algunos de esos pensamientos, me los dieron personas a las que nunca debí hacer caso y me repiten constantemente que no puedo o que no valgo. Otros los he hecho yo mismo y los veo con desagrado pero pareciera que me resisto a tirarlos.

¿Qué es lo que no me deja sacarlos del cajón?

Hoy me decido a hacer limpieza, porque esos calcetines no los quiero ni para hacer marionetas y estoy seguro que a alguien con frio y sin calcetines no le importará la estética; tambien quiero hacer el compromiso de limpiar mi cajón espiritual y deshacerme de todos esos malos pensamientos, que como los calcetines feos, nada más me estorban y me causan angustias y así deshacerme del vicio de estarlos acumulando.

Pero esos pensamientos, a diferencia de los calcetines, no se los voy a regalar a nadie...



martes, 26 de febrero de 2013

Muñeco de plastilina

A veces me parece que somos como un muñeco de plastilina en las manos de Dios. Claro que no somos un muñeco cualquiera, porque cuando nos va creando y modelando nuestra libertad y nuestra capacidad influye en cómo vamos quedando formados.

Dios comienza con darnos un alma que anima a la plastilina y comienza a echar a andar su plan divino para que lleguemos a ser como El quiere, porque en su infinita inteligencia, sabe lo que mejor conviene a cada uno de nosotros, pero a la par opera su infinita justicia y en ella no nos obliga a nada que no queramos.

Al inicio, nos dejamos transformar, pero con la influencia del mundo nos vamos rebelando y nos negamos a esos apretones divinos, pues apenas tenemos un poquitín de éxito o de fuerza, o por el contrario las cosas no marchan como nosotros queremos, rechazamos esos maravillosos dedos de artesano.

Entonces, quedamos incompletos. Y Dios se queda a la espera que dejemos nuestra soberbia para volver a tomar entre sus manos nuestra plastilina para seguirla formando. Mientras aguarda nos manda a diario cientos de mensajes para decirnos "Aquí estoy, dispuesto a seguirte modelando... si tú quieres".

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domingo, 10 de febrero de 2013

La cornamenta del caribú


En los bosques de Canadá viajaba un hombre cuando sufrió una descompostura su trineo mecánico y quedó varado. Sin poder volver a echar a andar el vehículo y sin medio de comunicarse, la única forma que tenía para salvarse en el cruel invierno era caminando, pero no tenía raquetas para los pies ni esquies, por lo que cada paso era un triunfo.

Después de varias horas caminado, notó que un lobo lo seguía y al no tener nada para protegerse, echó mano de una cornamenta de caribú y con ella se protegío todo el camino hasta llegar a su campamento en donde sus compañeros le asistieron.

Cuando se sintió salvado y todavía bajo la mirada del lobo, soltó la cornamenta y ésta, al chocar con el suelo, se desmoronó. Todo el camino se confió a una protección endeble.

Si el lobo se hubiese desesperado y lo hubiera atacado ¿De qué habría servido la cornamenta? De nada.

Me pregunto cuantas veces en la vida vamos caminando confiados en supuestas protecciones que se desmoronan. El trabajo exitoso de hoy puede ser el despido de mañana. La constitución física de roble se puede ir con el ataque de un microscópico virus. Ni el dinero, ni las armas ni el mejor cuerpo de seguridad mantienen al hombre completamente a salvo.

¿Qué es entonces lo que realmente nos puede proteger?

Creo que en el fondo de nuestra alma cada uno de nosotros tiene la respuesta.

jueves, 31 de enero de 2013

Benchmarking Salesiano

¿Qué libro me recomienda leer? Pregunta un empresario. Y después sigue una conversación en la que se adivina un vacío, un no se qué. La empresa parece ir bien, los negocios ahí la llevan, pero no está a gusto.

La charla sigue. Se mencionan problemas con los trabajadores "son buenos pero tienen sus detalles". Sin lealtad ni compromiso.

Tal vez sea cosa de hacer nuevas inversiones, adquirir nuevos equipos...
o cambiar los métodos de trabajo...
o será que con un curso de capacitación...
o buscarle por otro lado, tal vez en otro giro...
o...

Incertidumbre: Parece ser que a pesar de no estar "mal", algo hay que no deja estar "bien".
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Hoy, 31 de enero, recordamos a un hombre de empresa, visionario, entregado y amoroso, San Juan Bosco. Y tal vez se preguntarán que tiene que ver un santo del S.XIX con las empresas del S.XXI y yo diré que mucho.

De entrada, haciendo un análisis empresarial tipo Benchmarking (usado para aprender de la competencia) Don Bosco, como también se le conoce, tiene mucho que enseñar. Por ejemplo, en un lugar donde las empresas en un 80% fracasan antes de 3 años, podríamos aprenderle las bases para crear una empresa, la Congregación Salesiana, que tiene más de 150 años.


¿Cómo fundar una empresa que dure tanto? Fácil, sobre las bases sólidas y eternas del amor a Dios y al prójimo. Con la Fe de que la empresa es para bien y de que va a servir y dejando a la voluntad de Dios el que perdure. Obviamente con el compromiso que el trabajo se realizará bajo esa misma voluntad, es decir, sin kilos de 800 gr.

Siguiendo con el Benchmarking ¿Cómo motivar al personal, en un mundo en el que ya nadie quiere trabajar?  Como le hacía Don Bosco, de entrada hablando con la verdad. Jamás ofreció prestaciones que no fuera a cumplir, ni bonos vacacionales inexistentes. Ofrecia, nada más y nada menos: Pan, trabajo y Paraiso. Pero lo cumplió. Sus colaboradores no se mueren de hambre, no les falta trabajo y el Paraiso lo constatan los muchos santos y hombres y mujeres de bien que ha generado la obra Salesiana.

Don Bosco motivaba con el ejemplo, pues a pesar de las dolencias físicas se daba tiempo para educar, escribir, orar, celebrar la Eucaristía y confesar por muchas horas cada día. ¿Cómo descansar si el demonio no descansa? se le escuchó mencionar. Y a su vez él se motivaba por la trascendencia de su obra.

¡Qué pena que muchos empresarios actuales tengan que recurrir a las vitaminas o a las drogas para tener fuerza para trabajar en su empresa!
Más para el Benchmarking: La humildad, reconocerse débil para hacerse fuerte en la fuerza de Dios.
Fe, Esperanza y Caridad, son tres estrategias empresariales para que la obra de Don Bosco creciera y se mantuviera. La presencia de excelentes consultores no podía faltar, en las personas de Jesús y María.

La confianza en los colaboradores, a pesar de haber sido robado en su primera experiencia con chicos de la calle y ante las adversidades, siempre puesta en la Providencia Divina.
Y podría seguir...

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Lo digo sin dudar: Un empresario inteligente y abierto encontrará mejores estrategias para levantar su empresa leyendo la vida de Don Bosco y reflexionando en su obra, que en los estantes de desarrollo empresarial.
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jueves, 17 de enero de 2013

Quiero un algo


Dicen que el que busca encuentra y todos siempre estamos buscando. Desafortunadamente a veces no tenemos plena conciencia de que es lo que esperamos de la vida y la publicidad, los miedos o las represiones nos llevan a desear cosas que nos dejan vacios cuando las obtenemos.

Lo he visto con compañeros de trabajo, cuando se comportan de tal manera que buscan a gritos ser despedidos. Su actitud rebelde, su baja productividad y negativismo piden que los corran. Aprovechan cualquier momento para criticar a la empresa, jefes y compañeros. Se quejan amargamente con los clientes y proveedores y piden una oportunidad para irse de esa empresa a "otra que sí los valore".

En consecuencia, o son despedidos o presionados para abandonar el trabajo y cuando están desempleados, se dan cuenta de lo torpes que fueron. Pero si encuentran nuevamente trabajo no es difícil que se vuelva a repetir el proceso.

¿Qué es lo que estamos buscando en la vida?

Un niño le pidió a su padre que lo llevara a la tienda -Quiero un algo- le dijo. En la tienda, paseó sus ojos por las vitrinas por casi un minuto y ante la presión del padre, escogió un dulce, pero todo el camino se quedó con la idea de que ese algo no era el algo que él quería.

¿Qué es lo que queremos? Todos queremos algo, pero ¿Qué es ese algo?

Reflexionar en lo que realmente deseamos nos lleva a la tranquilidad de por lo menos tener claro lo que buscamos. Porque tengo muy claro que la incertidumbre mata. Empezar un negocio, contratar una persona o iniciar una relación de pareja con muchas dudas acerca del resultado de esa decisión crea frustración.

Por el contrario, cuando se tiene bien definido lo que se desea lograr, las dificultades que se encuentren en el proceso de lograrlo se ven como retos y no como obstáculos.

A diferencia de los que no son creyentes, los que creemos en Dios, en teoría, deberíamos tener muy definido que es lo que queremos lograr y el tipo de eternidad que buscamos alcanzar. Todo lo demás sería actuar en consecuencia.