jueves, 31 de enero de 2013

Benchmarking Salesiano

¿Qué libro me recomienda leer? Pregunta un empresario. Y después sigue una conversación en la que se adivina un vacío, un no se qué. La empresa parece ir bien, los negocios ahí la llevan, pero no está a gusto.

La charla sigue. Se mencionan problemas con los trabajadores "son buenos pero tienen sus detalles". Sin lealtad ni compromiso.

Tal vez sea cosa de hacer nuevas inversiones, adquirir nuevos equipos...
o cambiar los métodos de trabajo...
o será que con un curso de capacitación...
o buscarle por otro lado, tal vez en otro giro...
o...

Incertidumbre: Parece ser que a pesar de no estar "mal", algo hay que no deja estar "bien".
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Hoy, 31 de enero, recordamos a un hombre de empresa, visionario, entregado y amoroso, San Juan Bosco. Y tal vez se preguntarán que tiene que ver un santo del S.XIX con las empresas del S.XXI y yo diré que mucho.

De entrada, haciendo un análisis empresarial tipo Benchmarking (usado para aprender de la competencia) Don Bosco, como también se le conoce, tiene mucho que enseñar. Por ejemplo, en un lugar donde las empresas en un 80% fracasan antes de 3 años, podríamos aprenderle las bases para crear una empresa, la Congregación Salesiana, que tiene más de 150 años.


¿Cómo fundar una empresa que dure tanto? Fácil, sobre las bases sólidas y eternas del amor a Dios y al prójimo. Con la Fe de que la empresa es para bien y de que va a servir y dejando a la voluntad de Dios el que perdure. Obviamente con el compromiso que el trabajo se realizará bajo esa misma voluntad, es decir, sin kilos de 800 gr.

Siguiendo con el Benchmarking ¿Cómo motivar al personal, en un mundo en el que ya nadie quiere trabajar?  Como le hacía Don Bosco, de entrada hablando con la verdad. Jamás ofreció prestaciones que no fuera a cumplir, ni bonos vacacionales inexistentes. Ofrecia, nada más y nada menos: Pan, trabajo y Paraiso. Pero lo cumplió. Sus colaboradores no se mueren de hambre, no les falta trabajo y el Paraiso lo constatan los muchos santos y hombres y mujeres de bien que ha generado la obra Salesiana.

Don Bosco motivaba con el ejemplo, pues a pesar de las dolencias físicas se daba tiempo para educar, escribir, orar, celebrar la Eucaristía y confesar por muchas horas cada día. ¿Cómo descansar si el demonio no descansa? se le escuchó mencionar. Y a su vez él se motivaba por la trascendencia de su obra.

¡Qué pena que muchos empresarios actuales tengan que recurrir a las vitaminas o a las drogas para tener fuerza para trabajar en su empresa!
Más para el Benchmarking: La humildad, reconocerse débil para hacerse fuerte en la fuerza de Dios.
Fe, Esperanza y Caridad, son tres estrategias empresariales para que la obra de Don Bosco creciera y se mantuviera. La presencia de excelentes consultores no podía faltar, en las personas de Jesús y María.

La confianza en los colaboradores, a pesar de haber sido robado en su primera experiencia con chicos de la calle y ante las adversidades, siempre puesta en la Providencia Divina.
Y podría seguir...

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Lo digo sin dudar: Un empresario inteligente y abierto encontrará mejores estrategias para levantar su empresa leyendo la vida de Don Bosco y reflexionando en su obra, que en los estantes de desarrollo empresarial.
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jueves, 17 de enero de 2013

Quiero un algo


Dicen que el que busca encuentra y todos siempre estamos buscando. Desafortunadamente a veces no tenemos plena conciencia de que es lo que esperamos de la vida y la publicidad, los miedos o las represiones nos llevan a desear cosas que nos dejan vacios cuando las obtenemos.

Lo he visto con compañeros de trabajo, cuando se comportan de tal manera que buscan a gritos ser despedidos. Su actitud rebelde, su baja productividad y negativismo piden que los corran. Aprovechan cualquier momento para criticar a la empresa, jefes y compañeros. Se quejan amargamente con los clientes y proveedores y piden una oportunidad para irse de esa empresa a "otra que sí los valore".

En consecuencia, o son despedidos o presionados para abandonar el trabajo y cuando están desempleados, se dan cuenta de lo torpes que fueron. Pero si encuentran nuevamente trabajo no es difícil que se vuelva a repetir el proceso.

¿Qué es lo que estamos buscando en la vida?

Un niño le pidió a su padre que lo llevara a la tienda -Quiero un algo- le dijo. En la tienda, paseó sus ojos por las vitrinas por casi un minuto y ante la presión del padre, escogió un dulce, pero todo el camino se quedó con la idea de que ese algo no era el algo que él quería.

¿Qué es lo que queremos? Todos queremos algo, pero ¿Qué es ese algo?

Reflexionar en lo que realmente deseamos nos lleva a la tranquilidad de por lo menos tener claro lo que buscamos. Porque tengo muy claro que la incertidumbre mata. Empezar un negocio, contratar una persona o iniciar una relación de pareja con muchas dudas acerca del resultado de esa decisión crea frustración.

Por el contrario, cuando se tiene bien definido lo que se desea lograr, las dificultades que se encuentren en el proceso de lograrlo se ven como retos y no como obstáculos.

A diferencia de los que no son creyentes, los que creemos en Dios, en teoría, deberíamos tener muy definido que es lo que queremos lograr y el tipo de eternidad que buscamos alcanzar. Todo lo demás sería actuar en consecuencia.