viernes, 5 de abril de 2013

Calcetines feos



Una vez leí que los calcetines que no te gustan son los que más te duran. A mí hace años me regalaron unos que no me agradan y efectivamente siguen en el cajón respectivo y han durado mucho por varias razones, entre ellas que no se usan y por lo tanto no se desgastan, pero como están nuevos ni modo de tirarlos, sobre todo si me los regalo alguien cercano. Y la costumbre me hace dejarlos allí y tomar otros, pero siguen ocupando espacio en el cajón.

Reviso mi cajón espiritual.

En él tambien hay pensamientos feos, que no me gustan, pero tienen muchos años y parece que duran y duran. Cuando quiero estar bien se me atraviesan y me dicen que no puedo estarlo. Algunos de esos pensamientos, me los dieron personas a las que nunca debí hacer caso y me repiten constantemente que no puedo o que no valgo. Otros los he hecho yo mismo y los veo con desagrado pero pareciera que me resisto a tirarlos.

¿Qué es lo que no me deja sacarlos del cajón?

Hoy me decido a hacer limpieza, porque esos calcetines no los quiero ni para hacer marionetas y estoy seguro que a alguien con frio y sin calcetines no le importará la estética; tambien quiero hacer el compromiso de limpiar mi cajón espiritual y deshacerme de todos esos malos pensamientos, que como los calcetines feos, nada más me estorban y me causan angustias y así deshacerme del vicio de estarlos acumulando.

Pero esos pensamientos, a diferencia de los calcetines, no se los voy a regalar a nadie...



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