jueves, 4 de noviembre de 2010

Partiendo de la base equivocada





Un inversionista quiso hacer un edificio para alquilarlo a profesionistas, la idea era hacer una torre de despachos médicos, contables y jurídicos.

El problema comenzó cuando contacto a un arquitecto al que le convenía construir una escuela y éste le envió una propuesta para hacer una, en donde en unos planos muy profesionales se veían claramente las aulas, los laboratorios, la biblioteca y la cafetería. Los rechazó indicando que estaba mal y recibió por respuesta que si los salones eran muy pequeños se podrían agrandar.

Después recibió una invitación para inscribir la escuela en una asociación de Colegios particulares. Le llegaron cotizaciones de proveedores de pupitres, pizarrones y material didáctico. Su correo se llenó con cientos de currículos de profesores que buscaban ocupar puestos de director y maestro y una distribuidora de dulces y botanas le hizo una propuesta para hacerse cargo de la venta de comida a los alumnos. Hasta recibió solicitudes de inscripción al examen de admisión.

El inversionista comenzó a dudar de si realmente quería hacer una torre de despachos.
 


Actualmente veo que se está partiendo de bases equivocadas, a tal grado que algunos dudan de si las que teníamos originalmente siguen siendo válidas. Muchos padres ya no saben qué papel adoptar frente a sus hijos y menos se atreven a ponerles límites.

En estos días escuche un comercial en la televisión donde se invita a los niños a votar vía mensaje de celular (con costo, obviamente) para elegir entre tres diferentes programas. Se les dice a los niños que ellos tienen el control para definir qué es lo que quieren ver y cómo se le está pidiendo un pago a un menor de edad, la televisora se cubre con una sugerencia: "Consulta con tus padres antes de enviar el mensaje".

Primero le dicen al niño que tiene el control, lo invitan a gastar y después le sugieren que consulte. Pero eso de consultar me suena a que si ya te decidiste simplemente avisa.

Los niños ya no piden permiso, a lo mucho consultan o avisan.

Es excelente que los niños tomen decisiones, si partimos de la base que tiene la capacidad y madurez para todas las decisiones que se les está invitando a tomar. Pero la realidad es que infantes y jóvenes están sometidos perversamente a propuestas que en realidad son manipulaciones que aprovechan precisamente su falta de capacidad y madurez. Tal es el caso de la publicidad que manda un mensaje de libertad a costa de pasar sobre la autoridad de los padres, simplemente para esclavizar por medio del consumismo.

Una fábrica alemana de autos utilizó un comercial en el que un joven desoye los consejos de sus familiares adultos para adquirir un auto para poder sentirse en libertad a pesar de aceptar que lo que le dicen padres y abuelos es válido. Antagónicamente, los jóvenes quedan esclavos de una falsa idea de que no se puede ser libre a menos que desoigas consejos y tengas posesiones. Este concepto repetido muchas veces, con diferentes enfoques pero con el mismo objetivo, causa muchos problemas a los padres actuales, que deben lidiar con ideas que muchas veces van en contra de las bases que ellos tuvieron.

Al papel del padre y la madre, de guías y responsables ahora se le transforma en simples proveedores, en muchos casos casi oligofrénicos. Los viejos, que antes daban consejos, ahora sirven para ejemplificar el estorbo y son motivo de risa. La figura de los padres está completamente ausente en muchos programas de televisión y demasiados bebes de hoy están siendo educados por sus abuelos ¿Quién y cómo educará a los bebes de la siguiente generación?

Y gracias a todo esto, muchos están dudando de sus propios principios, como el inversionista de nuestra historia, con la tentación de dejarnos llevar, aceptar esas reglas que no nos checan y decir simplemente: En este mundo nos toco vivir.

Hablando de cimientos, por el sismo del 85, en la Ciudad de México se cayeron muchas instalaciones dedicadas a la maquila de ropa y murieron muchas costureras: Esos edificios estaban planeados inicialmente como habitacionales, con una carga estática y dinámica muy diferente para la que estaban siendo utilizados cuando se derrumbaron.

Toda sociedad funciona y se mantiene mientras no se atacan sus cimientos, que la historia nos marca en los conceptos de Familia, Trabajo, Valores espirituales, Patriotismo, Esfuerzo y disciplina. ¿No son acaso estos mismos valores a los que constantemente se atacan en la publicidad y los medios de comunicación y entretenimiento?

Estamos en una sociedad que está buscando asentarse en bases que no la podrán sostener. Si bien al mundo consumista de hoy le convienen jóvenes que no produzcan y gasten, ese mismo mundo consumista mañana se encontrará con un gran número de adultos improductivos.
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