Alberto Quiroga V.
Hola amigo elector:
Perdón por lo familiar del saludo. De momento dude en poner "amigo elector" porque la verdad es que no soy tu amigo. Sin embargo quiero darte gracias, porque con tu apoyo soy lo que quiero ser.
Gracias a tu voto puedo gozar de privilegios que tú ni te imaginas, porque las pocas veces que me has visto me ves disfrazado de Juan Pueblo, de playera y con sombrero y por eso crees que soy igual a ti, pero la verdad es que no, yo pertenezco a una clase más que privilegiada.
Tengo salarios envidiables, prestaciones como las que tenían los nobles en las monarquías y un poder que me permite amasar fortunas para mí y mis descendientes y todo ello gracias a tu voto.
Claro que me imagino que al momento de leer esta carta, ni siquiera sabes quien te la está dirigiendo. Me viste pocas veces, y estabas más preocupado por recoger tu torta y tu playera que por escuchar mis falsas promesas. No te preocupes, no te perdiste de nada. Poco fue lo que cumplí. Pero tu presencia me ayudó a darle veracidad a mi campaña.
Tal vez me dirás que no fuiste a votar, que esta carta no es para tí. Pero no me importa si no fuiste, igual y hasta votaste por mí aunque no te hayas presentado, porque tu apatía también me beneficia.
Por eso nuevamente te quiero dar gracias, porque tu desinterés y tu caracter manipulable me permite actuar, soy rico y poderoso y la crisis no me afecta.
¿Sabes? El poder es algo inigualable. Me permite mentir y sentirme seguro, robar y permanecer inmune. El poder lo es todo para mi y lo tengo gracias a ti, que me lo has dado. Debo reconocer que por momentos te envidio, pues mientras yo necesito más poder para ser feliz, tú pareces ser feliz con lo poco que te damos.
Estoy seguro que si reflexionaras seriamente sobre lo que hago con tu voto no votarías por mí, pero solamente podrías reflexionar si tuvieras esa capacidad y creéme que me he encargado de que no la tengas. Por eso tu educación ha sido deficiente, por ello permito que los maestros sigan cobrando aun cuando ellos mismos reprueben, por ello me encanta verte pegado a programas que hablan de chismes y por ello no me incomoda que nunca tomes un libro entre tus manos.
Espero no te ofendas, recuerda que esta carta es para darte gracias. Tal vez te enojes al leerla, pero la experiencia me dice que el enojo se te pasará rápido. Ya viene navidad, los reyes, y lo más importante, el próximo mundial. Para entonces, esta carta se te habrá olvidado, pero yo me sentiré tranquilo porque ya te he dado las gracias. Estoy en paz contigo. Tu tienes lo que deseas, tu torta, tu despensa, tu bono de madre soltera, tu credencial para la leche y tu despensa de solidaridad. Podrás patinar a gusto sobre el hielo y seguirás cobrando por tu abuelito la ayuda para adultos mayores.
Mientras, yo seguiré aquí, en el anonimato, promulgando leyes que te perjudican pero que me benefician, viendo por mi interés y gozando, más que confiado porque se que en el 2012 me darás otra oportunidad. Ya sea para diputado, asambleista, delegado o senador, se que votarás por mí. Gracias nuevamente.
Se despide.
Tu representante popular
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