martes, 10 de noviembre de 2009

Absurdo asueto

Alberto Quiroga Venegas

En estos momentos no se sabe en que va a terminar la propuesta aprobada de los diputados para descansar el 20 de noviembre con motivo del aniversario del inicio de la Revolución Mexicana.

Como podemos recordar, desde el 2006 se planteo que los días festivos se recorrieran a los lunes para generar los llamados "fines de semana largos" de tal manera que si un día feriado cayera en un día diferente al lunes, no se cortaran las actividades. Entre estos días a recorrer estaba el 20 de noviembre y por ello este año se iba a descansar el 16 (lunes) en lugar del 20 (viernes).

Sin embargo, parece que nuestros diputados se enteraron el mes pasado que el 20 de noviembre es aniversario 99 de la revolución y que el año que entra es el centenario, puesto que el 27 de octubre propusieron que este año se descanse el 20, además del 16 que estaba en su lugar, para poder festejar el centenario de la mencionada lucha.

La propuesta aun debe pasar al Senado donde puede ser rechazada, lo cual en lo personal espero.

Las justificaciones que plantearon los diputados son absurdas. Por ejemplo, se dice que se busca fomentar la convivencia familiar y fomentar el turismo. ¿Acaso se puede planear y desarrollar un turismo de calidad con medidas al vapor? ¿Hay alguna forma de obligar a que la gente conviva con sus familiares por el simple hecho de faltar al trabajo? Por fin ¿Vamos a festejar la Revolución o a fomentar el turismo y la convivencia?

Esta medida no es sino otra muestra más de que estamos gobernados por personas que hacen planes sobre las rodillas, con un total desconocimiento de los efectos colaterales de medidas como estas. Me pregunto: ¿Algunos de los diputados habrán previsto que en esa semana, los empresarios deben parar sus empresas y descansar sus gentes dos días hábiles, uno de ellos no previsto, con la consecuente pérdida económica? Y aclaro, al hablar de empresarios no me refiero a Carlos Slim ni a Emilio Azcárraga, me refiero a Don Juan el dueño la Ferreteria "Gallo de Oro", con diez trabajadores o a Doña Lupe, la propietaria de la tintorería "Lupita", que orgullosamente emplea a dos personas pero apenas sobrevive en estos tiempos. También muchas personas que trabajan a destajo, lo menos que quieren en estos momentos es parar para dejar de percibir ingresos (Me incluyo en ellos).

Claro que para gente acostumbrada a ir a "trabajar" cuando se les ocurre, que gozan de un sueldo faraónico y que no tiene una visión más allá de la tribuna de la cámara de diputados, pues la medida debe parecer excelente.

Ya otras veces los mexicanos hemos hecho en la realidad lo que los políticos no pueden hacer en sus planes. Tal vez ahora sea el momento de ignorarlos e ir a trabajar, aun si por una absurda ley nos obligaran al descanso.

Esperando que no se apruebe, me despido.

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