viernes, 3 de julio de 2009

La acera.

Alberto Quiroga V.
Entre las cosas que recuerdo de la película "Karate kid" es la reflexión que el señor Miyaghi le hace a Daniel, el chico inexperto en las peleas a quien hostigan una pandilla de karatecas.

-Si vas a aprender karate - comenta Miyaghi cuando Daniel le pide que le enseñe- debes aprenderlo en serio, si no, mejor quédate como estas Es como si fueras en una calle. Ir por una acera o por la otra es seguro, pero ir en medio no.- y al decirlo aprieta una fruta para simbolizar el riesgo de ser atropellado.
Creo que muchas veces a nosotros se nos olvida que no podemos pisar los dos lados de la acera, por lo menos al mismo tiempo. Hay una realidad que es innegable: En este mundo, ninguna situación es completamente buena o completamente mala, pero parece que siempre queremos tomar todo lo bueno de las cosas y desechar las que no son tan buenas y que vienen en el mismo paquete.

El poeta decía, si quieres la rosa, debes de tener la espina, pero hay muchos que quisieran siempre estar en fiesta y desaparecer cuando termina para evitar las tareas de limpiar.

La cultura light nos invita a eso. Nos hace creer que podemos llenarnos de dulces que no engordan, que podemos aprender ingles mientras dormimos, o que podemos bajar de peso mágicamente comprando un aparato o producto milagroso.

Se nos invita a enfocarnos siempre en los resultados atractivos pero no en los esfuerzos poco atractivos. Las películas se enfocan en el héroe que huye dejando una estela de destrucción, pero nunca se ocupan de los muertos inocentes que en teoría deberían quedar de esas explosiones, choques y balaceras. De la vida toma lo bueno, reza el lema publicitario, y lo bueno es lo que a ti te hace gozar en el futuro inmediato aunque en el futuro de mediano o largo plazo te traiga consecuencias. Si algo le causa conflicto a tu búsqueda de satisfacción inmediata, déjalo. Es decir, nos invitan a estarnos cambiando de acera constantemente con el riesgo de ser atropellados en alguno de esos múltiples cambios. Para la cultura light, es bueno ser estudiante, porque así no tienes compromisos de trabajo, pero no es bueno ser estudiante porque tienes que estudiar para aprobar exámenes, aunque para solucionar esta "complicación" puedes mandar un mensaje a un numero de celular y te mandan la respuesta a la pregunta de tu examen en menos de 30 segundos. Como ves, esa pequeña molestia de estudiar ha quedado solventada.

Otro ejemplo de quienes buscan pisar dos aceras al mismo tiempo es el de aquellos adolescentes que juegan a ser adultos y tienen relaciones sexuales como adultos, y cuando se presenta un embarazo u otro problema alegan que eran muy pequeños y no sabían lo que hacían. Por fin acera de adulto o de niño, pero no ambas al mismo tiempo y en la misma situación. Uno más, hay quienes buscan la seguridad y la imagen del matrimonio y la comodidad y la aventura de las relaciones extramaritales. O acera de casado o acera de soltero, pero no brincar de una a otra dañando y evadiendo.
Y por ultimo una más, la de aquellos que buscan pisar al mismo tiempo la acera del creyente y la del incrédulo. La del creyente cuando deben recurrir a Dios y cuando su conciencia no los deja tranquilos, y la del incrédulo cuando es muy pertinente que Dios no exista, como en ese negocio que nos conviene olvidarnos de "no robarás".

Cambiar de acera constantemente, a conveniencia, puede parecer muy cómodo...
...y en ocasiones ser muy riesgoso.
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