viernes, 24 de julio de 2009

Hazte a la idea

Alberto Quiroga Venegas

Humberto "Chiquita" González ex-campeón mexicano de boxeo, ganó en 1989 el campeonato minimosca en Corea del Sur. A su regreso a México fue entrevistado por el periodista Eduardo Camarena y una de las preguntas se enfocó en saber como había vencido Humberto la presión de pelear en el extranjero, con todo el público en contra y con ese fantasma que parece afectar a los mexicanos lejos de casa.

Chiquita le respondió que como no entendía lo que gritaban, se hizo a la idea de que el público lo estaba apoyando a él.

Humberto González nos regaló en esta respuesta un excelente ejemplo de cómo podemos modificar nuestra actitud con base en nuestros pensamientos. Nos podemos enfocar en lo positivo o en lo negativo, y nuestra actitud cambia con base en ese enfoque.

Ya he comentado en otros escritos que durante mi etapa de estudiante trabajé regularizando alumnos con bajas calificaciones. Muchos de ellos, con pensamientos equivocados tenían actitudes erróneas y por ello estaban en problemas.

Convencido de que la gran mayoría de los estudiantes tienen la capacidad, pero no la usan adecuadamente, solía entrevistar a mis alumnos para saber por que creían ellos que reprobaban.
Recuerdo claramente a uno que me respondió que él reprobaba para molestar al maestro, porque le caía mal. --Si el maestro te cae mal ¿Crees que lo molestas reprobando? ¿No crees que le molestaría más que tú sacaras un diez limpiecito, sin ningún error en tu examen? Además ¿Has pensado que si repruebas, te tocará verlo nuevamente el año entrante?

Modificar el enfoque de los pensamientos de este estudiante operó mágicamente y no tuve problemas para ayudarlo a pasar su examen porque capacidad si tenía, pero sus pensamientos lo bloqueaban.

Otros decían que no le veían sentido a las matemáticas, porque ellos se iban a trabajar en algo que no era ni ingeniería ni arquitectura. A este tipo de estudiantes los invitaba a soñar que pondrían una empresa muy grande, en el ramo a lo que ellos se querían dedicar, con muchas ventas. Dentro de ese sueño, les decía que era una pena que esa empresa grande fracasara, solamente porque no eran capaces de calcular descuentos o siquiera sumar adecuadamente y por ello sufrían un fraude muy grande de alguien que si sabía matemáticas.

Esto también me ayudaba a sacarlos adelante, porque las matemáticas se dejaban de ver como un obstáculo y se transformaban en una herramienta.

Casi siempre los proyectos que valen tienen factores en contra. Esto es consecuencia en cualquier movimiento, la inercia está presente porque estamos interrelacionados.

Hablando de cuestiones comerciales, la competencia y los clientes exigentes suelen ser vistos como algo molesto, pero esa es una idea modificable. Si tú quieres vender, también otros quieren vender y deberás competir por los clientes; si quieres ganar más, otros querrán pagar menos, y esas fuerzas se van a contraponer.

Aquí lo interesante está en convertir las fuerzas que se te oponen en fuerzas que te pueden ayudar. Por ejemplo, tus competidores se pueden convertir en excelentes maestros, si te haces a la idea de que puedes aprender de ellos y los dejas de ver como un enemigo despreciable. Si te haces a la idea de que el cliente exige porque tú eres capaz de cumplir con sus exigencias y ganar con ello, te convertirás en un proveedor confiable.

Y así como esto se puede aplicar en el comercio y en el estudio, se puede aplicar en las relaciones humanas y en la percepción que tenemos de nosotros mismos.

Así que piensa algo bueno para ti el día de hoy y hazte a la idea.

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