Alberto Domingo Quiroga V.
Hoy, 15 de abril, se cumplen 62 años del juego en el que debutó Jackie Robinson en las grandes ligas, siendo el primer jugador de piel negra en el Beisbol exclusivo para blancos.
México es diferente de Estados Unidos, aqui no discriminamos a la gente por su color, pero la discriminamos por otras cosas. Pero en un estado racista Robinson tuvo que soportar escupitajos en los zapatos cuando estaba por batear, lanzamientos a la cabeza y a las piernas, que le arrojaran gatos negros al campo y que le mandaran cartas donde lo insultaban o amenazaban de muerte.
Quien lo llevó a las grandes ligas fue el presidente de los Dodgers de Brooklyn, Branch Rickey, y lo observó durante todo un año, no sólo para ver si era buen jugador (que lo era) sino para determinar si tenía el carácter para poder soportar la presión de ser el primer negro en las Ligas mayores.
Se dice que en su contrato estaba estipulado que debería aguantar insultos sin responder. Robinson soportó la presión, los insultos y fue elegido novato del año, participó seis veces en los Juegos de estrellas, que es la selección de los mejores jugadores de las dos divisiones y ayudó a los Dodgers a llegar a seis series mundiales.
La importancia del carácter.
Leyendo la vida de Jackie Robinson, se nota que era una persona que buscaba dar lo mejor de si en todos los ámbitos: personal, espiritual, religioso, familiar y social. Algunas personas sólo le dan importancia a lo que se ve, tal como una tumba, que por fuera puede estar limpia y arreglada y por dentro llena de gusanos.
Definido el carácter como la combinación de valores, sentimientos y actitudes, en Robinson podemos ver el gran motivador que fue para él abrir las puertas de las grandes ligas a otras personas de su raza, la lealtad y agradecimiento para Rickey quien lo contrató a pesar de las presiones de los 15 dueños de los otros equipos, además de la mentalidad de siempre dar lo mejor de sí.
El paso de Jackie Robinson dejó huella en las grandes ligas, su número, el 42, ha sido retirado de todos los equipos como un homenaje. Por cierto, hablando de su número, en alguna ocasión que lo amenazaron de muerte un compañero de equipo sugirió que todos se pintaran la cara de negro y se pusieran la playera 42 para que no supieran a quien dispararle, en una muestra de la solidaridad que supo provocar Robinson con su actuar.
Zig Ziglar, escritor y motivador, menciona a propósito de los vendedores que la capacidad de un vendedor se ve en las fresas de arriba de la canasta, el carácter se adivina en las fresas del fondo.
Quien vende fresas podridas en el fondo venderá una vez. Para vender más veces debemos cuidar el fondo de la canasta.
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