lunes, 6 de diciembre de 2010

Ellos se juntan



Leí en días pasados el libro "Padre pobre, padre rico". De él me queda la reflexión que comparte el autor sobre la necesidad de reflexionar con quienes nos juntamos o convivimos. Hacer una lista de las seis personas que mas influencia tienen en nuestra vida en este momento dado nos puede dar una idea de lo que seremos en el futuro.

No fui un excelente estudiante pero nunca tuve problemas de calificaciones, mi rendimiento siempre estuvo por encima del promedio a excepción de sexto de primaria, cuando por ciertos problemas baje mucho mi rendimiento al grado de ser amenazado con una expulsión. Reprobaba materias al por mayor cada mes. Nos dejaron en ese entonces un trabajo en equipo y quede de compañero con otros cuatro chicos y nos reunimos en casa de uno de ellos. Recuerdo a su mamá preguntándonos a cada uno cuantas materias habíamos reprobado el último mes y pasamos lista con cinco o seis cada quien. La mamá concluyó: "Dios los hace y ellos se juntan".

Esa fue la primera vez que escuché la frase y se me quedó muy grabada porque me sentí avergonzado de la comparación con quienes en antaño catalogaba de "burros" y en ese momento estaba en su mismo nivel, me sentí muy mal de reprobar y darme cuenta que sin querer estaba yo juntandome con los de bajo rendimiento. ¿Realmente Dios me había hecho burro de un año para otro? ¿O era yo quien por mi dejadez había caído en ese nivel y por lo tanto me sentía cómodo con quien compartía problemas?

Me dí cuenta que era yo quien no hacía la tarea, estudiaba ni me esforzaba.

En otras ocasiones he comentado que la gran mayoría de las veces no buscamos amigos, buscamos complices. Y a veces no podemos acceder a mejores lugares porque no estamos dispuestos a pagar un precio y es más cómodo quedarse con quien no representa exigencia.

Es por ello que la gente improductiva busca gente improductiva, la viciosa, gente viciosa y así sucesivamente. Pocos se atreven a confrontar ideas.

Y es precisamente por el riesgo de acabar siendo como tus "amigos" que los debes de escoger de mejor manera, eso me queda muy claro. Es difícil que alguien corrupto se sienta a gusto con gente honesta. La gente inculta ve burla en la cultura del estudioso y la gente que no se ama a sí misma se ve ofendida por el amor. También por ello el incrédulo se mofa del creyente. Es la necesidad de apoyarse en los demás lo que nos hace buscar nuestros iguales y rechazar a quienes no lo son o también a cambiar nuestras formas de pensar para acoplarnos. Siempre con el riesgo de acoplarnos a lo que nos puede dañar.

Vale la pena reflexionar si somos buena influencia para nuestros amigos y si ellos lo son para nosotros. Vale la pena reflexionar el por qué nos juntamos con ellos.
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