miércoles, 21 de abril de 2010

Cuestión de culpa

Alberto Quiroga V.

Una complicación frecuente en lo que a resolver problemas se refiere es encontrar o señalar al causante del problema.

En un extremo se encuentran los que nunca señalan culpables. Reconocen que hay un problema pero culpables, no, como si las cosas se dieran por espontaneidad.

Es natural que por un proceso de proyección, buscar culpables abiertamente sea aceptar que uno mismo pueda ser señalado culpable. Si alguien no quiere ser señalado, evitará señalar. Ejemplo de esto es el mencionar en una junta de trabajo que la producción cayó sin decir abiertamente que la ineptitud del Ing. Fulano, gerente de Producción es la causa de ello.

Entiendo que en una junta del trabajo, señalar a un compañero con el que posiblemente exista amistad o compromiso puede ser complicado, pero es un hecho que los problemas no desaparecen a menos que se detecten y eliminen las causas.

En el extremo contrario, están los que no buscan culpables, sino que los crean y encuentran por intuición, siguiendo una regla básica: "No soy yo el culpable".

Los que crean culpables colaboran muy poco en la solución del problema, porque desvian atención y recursos. Ejemplo típico de esto es la policía que suele sacar asesinos o terroristas de pobres ebrios consuetudinarios.

Crear culpables es muy sencillo, basta buscar a alguien que no se pueda o quiera defender, que no nos esté escuchando o que de paso queramos dañar. La lista de culpables "creados" es enorme: El gobierno, la crisis, mi pareja, mi jefe, los diputados, el pueblo, el otro partido, los maestros, los alumnos, el narco, la tele...

Entre los dos extremos, no señalar culpables y crearlos, este último es más peligroso.

Durante años le hemos echado la culpa a la crisis y al gobierno y como "no podemos cambiarlos" lo más cómodo es quedarse en la queja fácil. Los empresarios tienen en esas dos causas un perfecto pretexto para ocultar su ineficiencia. Yo me pregunto ¿La crisis y el gobierno serán los culpables de que un teléfono de atención a clientes esté suene y suene sin que nadie lo conteste? ¿Será culpa de la crisis que un empresario prefiera contratar a una secretaria complaciente antes que a una eficiente? ¿El efecto de empresario-rico empresa pobre es también culpa del gobierno?

Durante décadas le hemos echado la culpa a los maestros del bajo nivel educativo en México. El cuestionamiento es ¿Es culpa total de los maestros que los niños no lean en un hogar en donde el único libro que existe es la sección amarilla? ¿Es culpa de los maestros que los niños no estudien en un hogar donde la violencia no es propicia para el caso?

Y así nos podríamos seguir.

Como en la historia de la mujer adúltera, todos tenemos nuestras propias fallas. Culpar a otros de lo que nos corresponde solamente nos impide ubicar nuestras fallas y por ende solucionarlas.

Si bien es válido señalar las fallas de los demás en aras de que se corrijan, es cuestión de responsabilidad aceptar la parte de culpa que nos corresponde en cada caso.
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