miércoles, 26 de junio de 2013

Ladrón de Ilusiones

Robar está tipificado como delito, pero la modalidad de robo de ilusiones me parece que no.


¿Quién es un ladrón de ilusiones? Es aquel que se dedica a robar a los demás la idea de que las cosas pueden ser mejores.

No tiene que ser tan sofisticado ni hacer uso de la alta tecnología. Le basta como herramienta una simple frase hiriente y desgastante, tan simple como un "Nadie te quiere" o un "Cómo me estorbas".

Este ladrón no necesita ser tan discreto en el uso de las manos como un carterista porque puede golpear o tocar abierta e impudicamente a una niña o niño. Eso sí, puede tener las mismas habilidades del estafador, que siempre se acerca con un supuesto bien para después ocasionar un mal. Al ladrón le basta aprovecharse de la debilidad, soledad, falta de cariño o necesidad de pertenencia de aquel a quien quiere robar. No podrá atacar a quien esté seguro y sea maduro.
Si yo quisiera escribir un cuento con este personaje de protagonista, lo desearía hacer de tal manera que por ningún motivo el ladrón pudiera ser considerado un héroe. Trataría de dejar muy claro que esos ladrones de ilusiones pueden ser peores que los asesinos, porque quitan a diario la ilusión de vivir, una y otra vez provocando que la gente se menosprecie al sentir el bienestar como algo inalcanzable de su parte.
Los ladrones de ilusiones pisotean deseos de superación y desgastan con envidias buenos sentimientos. No ganan nada bueno haciendo que los demás se sientan menos, no se vuelven más ricos negándole a los demás la oportunidad de obtener un mejor futuro o un mejor patrimonio, pero igual siempre que pueden dañan y lastiman.
Probablemente un ladrón de ilusiones fue robado a su vez por otros, pero su actuar no le devolverá la ilusión que le fue robada. No es robando ilusiones como se recupera la ilusión.
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